Dome Twilight
Dome Twilight es una fragancia que evoca el instante preciso en que el día se encuentra con la noche, envolviendo el mundo en una atmósfera mística y cautivadora.
Inspirada en la magia de un crepúsculo que se despliega sobre una cúpula infinita de colores tenues.
Esta creación perfumística captura la esencia de la transición, donde la luz y la sombra se entrelazan en un abrazo sutil y poético.
NOTAS DE SALIDA.
Desde el primer instante, las notas de salida se revelan como un soplo refrescante y jugoso, con la efervescencia de la pera, la mandarina y la bergamota.
Estos aromas cítricos y frutales crean una introducción luminosa y vibrante, que remite a los primeros destellos de luz dorada del atardecer.
La mandarina aporta una dulzura cítrica y brillante, mientras que la pera, con su delicadeza y su toque jugoso, añade un matiz frutal suave.
La bergamota, por su parte, introduce un carácter ligeramente ácido, que refresca y anima los sentidos con un frescor elegante.
NOTAS DE CORAZÓN.
A medida que la fragancia evoluciona, emergen las notas de corazón, desplegando un bouquet floral de una riqueza inigualable.
La flor de azahar y el neroli son las protagonistas de este corazón fragante, aportando una sofisticación luminosa.
La esencia de neroli, en su forma más pura, irradia una frescura floral inconfundible.
Mientras que la flor de azahar le confiere un carácter más dulce y cremoso, evocando la suavidad de los últimos rayos de sol acariciando la piel.
El jazmín Sambac, por su parte, con su intensidad embriagadora, otorga una sensualidad exótica.
Recordando las horas más íntimas del crepúsculo, cuando los colores del cielo se transforman en un suave manto de tonos púrpuras y dorados.
Este corazón floral es como una brisa suave que envuelve, femenina y delicada, pero con una profundidad que permanece.
NOTAS DE FONDO.
Finalmente, Dome Twilight se asienta sobre una base profundamente sensual y cálida, donde las notas de fondo ofrecen una complejidad cautivadora.
La vainilla dulce y sedosa crea un contraste suave con el almizcle blanco, que aporta una textura aterciopelada y limpia, casi como un susurro que queda en la piel.
El ámbar añade una calidez resinosa, reminiscente de la última luz del día fundiéndose con el horizonte.
Mientras que el benjuí contribuye con su carácter balsámico y especiado, envolviendo el conjunto en una estela envolvente y duradera.
Esta fragancia no solo es un homenaje a la naturaleza efímera del crepúsculo, sino que también celebra la transición, la calma antes de la noche.
Donde cada nota juega un papel crucial en recrear ese instante mágico.
Dome Twilight es ideal para quienes buscan una experiencia olfativa que capture tanto la frescura del día como el misterio seductor de la noche.
Un perfume que acompaña y envuelve, como una cúpula de serenidad y elegancia.